Junio se despidió dejándome el tacto de tu piel,
el sonido de tu
sonrisa y la esperanza del reencuentro.
Julio me roba tu presencia y se ríe de mí,
llenando con sus carcajadas los día de
la semana.
Agosto me trae esperanzas,
me dibuja sonrisas que la noche consigue borrar con su
oscuridad.
Septiembre es un mes inexistente que me llena de falsas
ilusiones.
Es un mes en el que he puesto mi esperanza,
Un mes sin pasado y con un futuro incierto.
El verano me ha robado tu presencia,
Prometiéndome llenar de amaneceres soleados mis
mañanas.
Me prometió que tu risa vestiría mi cuerpo.
Y que tu mirada no me abandonaría.
Una vez más pongo mi confianza en el bello otoño.
Confío en que sus colores ocres me traerán tus abrazos
Para
calentar los fríos amaneceres que deja el final del verano.
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